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martes, 24 de febrero de 2009

SIEMBRA Y COSECHARAS


Si existe algo realmente increíble es el poder de dar…
Cuando damos una sonrisa se nos devuelve de un extraño casi instantáneamente, no debemos esperar que la gente sea con nosotros gentil si no le hemos mostrado previamente buen trato.
Un amigo me contaba como había afectado a su vida los gestos nobles de un amigo que supo escucharlo cuando él pasaba por una crisis sentimental.
Mi amigo se encontraba deprimido y con una insistente actitud suicida, no encontraba en sus padres la confianza ni el apoyo moral para poder hacerles saber lo que estaba atravesando.
Tenía un amigo cristiano al que nunca visitaba y que hasta le molestaba oír cuando le hablaba del Señor, pero teniendo esta crisis extrañamente acudió a él, este amigo suyo supo aconsejarle y darle una palabra cierta en el momento indicado, mi amigo tuvo tranquilidad para reflexionar sobre lo que estaba a punto de hacer y cambió de opinión.
Lo más impactante de esto es que la buena obra de este amigo le dio un buen fruto también a él, ya que pasados dos años mi amigo se encontraba en la posibilidad de darle una oportunidad de trabajo que tanta falta le hacía.
Las buenas obras se ven recompensadas siempre de alguna u otra manera. Podemos estar seguros de que si no nos devuelven el bien que hacemos Dios mismo se encargará de recompensarnos.

REFLEXIONES CRISTIANAS







SOY UN HIJO DE DIOS

Cuando miramos nuestro entorno vemos mucha gente, gente que viene y va apurados, parecen estar siempre sin tiempo de nada, van como ciegos, solo caminan como teledirigidos hacia un objetivo. Cuánto hacen ellos por nosotros?, Cuánto nos conocen? o Cuánto les importamos?
Parece mentira, si pudiéramos aunque sea vernos a nosotros mismos claramente un instante, saldríamos pronto de nuestro error, sea lo que sea que nos encontremos haciendo, debemos tener claro que esta realidad es transitoria, que la vida en un pequeño tramo de tiempo que puede durar 100 o hasta 120 años, no más que eso. Pero es nuestro espíritu la fuerza motriz que se alimenta de una fuente maravillosa… Dios!!
Claro que esta realidad transitoria tiene su importancia, pero cuando partamos nada de todo lo que consigamos, dinero, fama, títulos, honores, merecimientos, podrán acompañarnos, sólo Dios y nosotros, sólo Dios y nuestro espíritu, lo único que llevamos con nosotros es el amor de nuestro Padre celestial, si supimos oírle cuando nos envió a sus mensajeros para guiarnos o no.
Para los que amamos a Dios, no sólo le tenemos como Dios Todopoderoso, es ante todo PADRE y AMIGO, no dudemos nunca darle el espacio necesario en nuestra vida para que pueda manifestarse con su infinito amor.

AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO

No es sencillo aplicar este fundamento del Amor de Dios, a medida que la condición humana se separa de lo espiritual el camino se vuelve más difícil para poder cumplir con éste mandamiento.
La personalidad del hombre en su instinto de respuesta natural, tiende a desencadenar una respuesta violenta ante la agresión sea física o verbal. Antiguamente se creía que era justo el aplicar el ojo por ojo y diente por diente, desde el Nuevo Testamento de Nuestro Señor Jesucristo, Jesús se refirió a este punto en innumerables sermones y en su propio vivir, Él dijo si alguien os abofetea en la mejilla, poned también la otra, sólo Dios sabe cuan difícil de entender es el misterio de este mandamiento.
Desde la Cruz mismo, Jesús pudo derribar con una mirada a cada romano que le agredía y se burlaba, hubiera bastado que le pidiera al Padre y al instante un ejército de Ángeles le habría socorrido y hubiese disipado la multitud que ensañada reclamaba su padecimiento, sin embargo Él respondía a la violencia con Amor y Perdón, Jesús dijo Señor… Perdónales porque no saben lo que hacen… qué infinito amor hacia la humanidad mostró Jesucristo en cada tramo de su martirio. Jesús predicó más que con palabras con ejemplo, nos amó tanto que soportó cada dolor terrible con humildad e infinito sacrificio.
Amar a nuestro prójimo es un mandamiento basado en el Amor infinito de Dios hacia los Hombres, si nos acercamos a Jesús Él nos enseñará a amar de esta manera sublime con la que Él nos amó.

DIOS ESCUCHO MI PLEGARIA

Hace unos años empecé con un debilitamiento muy severo en el cuero cabelludo, tuve muchos tratamientos, inclusive llegué a pensar que había algo terrible en mi salud que lo hacía caer estrepitosamente, tomé toda clase de medicamentos, hice muchas terapias incluso algunas que eran muy complicadas, nada de esto daba resultado. Acudí con un dermatólogo prestigioso y me dijo que lo mío era algo mental, que no tenía nada de qué preocuparme, que yo estaba teniendo cambios hormonales por mi adolescencia, tenía 10 años, me mandó reposo y tratamientos relajantes, ejercicios físicos y poca lectura.
Pasaba el tiempo y no sólo que no veía resultados favorables sino que empecé a creer que lo único que me quedaba era resignarme a perder todo el cabello y usar pelucas. Un día en mi cuarto le dije a Dios con todo mi corazón… Señor, ayúdame… tengo miedo y no sé que hacer…! Me quedé dormida mientras estaba orando…
Después de varios días noté que el cabello estaba más fuerte y que ya no me dolía peinarme ni recogerme el cabello hacia atrás. Sentí que algo habías sucedido sin darme cuenta, para esto hacia semanas que no me aplicaba ningún tratamiento, yo sólo atino a decir que Dios me curó, se que Él lo hizo porque dentro de mí tengo esa certeza, que Dios ve el corazón y se mueve por fe. Cuando dejé de buscar la ayuda del hombre (médicos) comprendí que Él es el mejor médico para sanarnos de todas nuestras dolencias…
Gracias Señor!!